Esta maldita alma de escritor que tengo. Cae y se levanta, va y viene, resiste dolores queriendo redactarlos. Vive sufrimientos por el neto sentido de volverlo palabras. Hace de todo y lo hace gratis, porque sabe que dos acciones le aseguran unos siete pesares. Genera un trueque de vivencias por sensaciones y nunca duerme porque de madrugada corre a plasmarlo todo en el papel de su máquina. Se lucra de lágrimas, su alimento son los vocablos. Maldita mi alma y todo lo que elegà sentir, tocar, saborear, experimentar.
Pero soy escritor. ¿QuĂ© más puedo hacer si soy escritor?
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