Cada noche duermo con la luz de mi mĂłvil encendida que suele apagarse en diez minutos, pero mi cerebro no logra apagarse antes que eso, por lo tanto, estoy constantemente tocando la pantalla hasta que puedo entregarme al sueño. A veces incluso despierto en la madrugada y no abro los ojos inmediatamente, primero tanteo el lado de mi cama hasta encontrarme con el aparato y poder encenderlo para, ahora sĂ, abrir los ojos.
Solo puedo dormir tranquila o sentirme segura cuando duermo con alguien más, y eso es triste.
Desde anoche me pesa mucho el abrumante pensamiento de que ni siquiera cuando duermo me siento segura. ¿CĂłmo puede estar toda mi vida marcada por una angustia crĂłnica? ¿CĂłmo cada aspecto de mi vida está bordado a ser incĂłmodo y frustrante? Con razĂłn nunca descanso, con razĂłn mi sueño es tan ligero, que cualquier sonido o movimiento me pone en alerta, siempre me ha sido difĂcil dormir con profundidad, con razĂłn mis despertares son amargos, soy un perro callejero que dormita sentado contra la pared, incapaz de dar la espalda o bajar la guardia.
P.D. Mi frase más repetida este año es: "Necesito volver a terapia". Mi promesa más incumplida también ha sido aquella.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario