domingo, 15 de diciembre de 2024

Correspondencia en la lluvia

Bitácora N.5
Interior - Tarde - Mi habitación. 

Decidí escribir mientras la película cargaba. Estaba viendo Love Letter (1995) de Shunji Iwai, director también de "All about Lily Chou-Chou" y puedo afirmar que las amé. Al principio iban lentas, con el tiempo sentí curiosidad de seguir viendo, de no distraerme ni quitarlas (avancé suficiente porque últimamente no me concentro mucho en lo que veo). Me pregunto por qué en mis momentos más tristes me dan ganas de exponer todo de mi interior. Cuan más desolada estoy, más arte creo. No es una peculiaridad rentable como artista y escritora. En los días más felices no escribo nada. Debería intentar encontrar algo que me inspire tanto como la tristeza. [Spoiler: no lo hay]. 

Volviendo a la película... Llevo parte de mi vida persiguiendo la emoción que este film me está haciendo sentir, creo que seguiré hurgando por la filmografía del director, son historias lentas, para nada escandalosas, pero que se sienten tan humadas y profundas, es lo que me encantaría hacer. Hay tanta conexión humana que anhelo... 

Aproveché para pedirme un pan de queso porque llueve y hace frío, buscaba calidez, estos días me tienen nostálgica. También, ando muy melancólica, han sido días difíciles, semanas complicadas. 

¿Quién pide pan a domicilio?

También pedí un milhojas de hojaldre (y el dato curioso acá es que estaba convencida de que era un postre netamente colombiano), pero por ahora solo he dado un par de bocados a la masa y al café. Es uno de los panes más ricos que he podido comer aquí en Medellín, ¿cómo lo explico? Me crié en la capital, así que estoy acostumbrada a ese tipo de panadería suave, esponjosa, reconfortante. Eso no había podido conseguirlo acá. Sé que suena extraño, a pesar de que existen mil panaderías en esta ciudad, y que el concepto sea básicamente el mismo: no lo es. Estoy acostumbrada a que en las panaderías solo se venda pan, ¿no es la gracia? ¿no se llaman así precisamente por su función? Sería lo lógico, pero aquí, en las panaderías, también venden un sinfín de cosas combinadas con repostería, lo que hace que una panadería, a pesar de vender pan, no se especialice en hacerlos, ¿me hago entender? A menos que sea una panadería como tal que se dedique netamente a vender pan, no confíen en los panes que venden en estas mencionadas panaderías -toderías-  en donde hasta pollo fríto he llegado a ver en el mostrador. 

Estaba comiendo en silencio cuando sentí la necesidad de quitarle la costra al pan porque tenía un sabor muy intenso que no necesitaba ahora mismo. Recordé a mi papá, porque él hace aquello con todos los panes, pero curiosamente, él eso lo aprendió de su hermano mayor. Me puse a pensar en todo lo que nos queda de los demás, y en cómo uno sigue viviendo de algún modo en las acciones y en la mente de los que nos rodean. Mi papá perdió a su hermano mayor y al día de hoy lo sigue teniendo intacto, debe ser trágico perder un hermano, más aun, tu hermano favorito, a veces me da la sensación de que él era la adoración de mi papá, su ejemplo a seguir (aunque más que una sensación, es una certeza). Según me cuenta mi mamá, mi tío cargaba con mi papá a todas partes, eran bastante unidos, por lo que, cuando este murió, también he escuchado cómo mi papá llegó a sufrir el día de su entierro. Pensar en eso me hunde bastante. 

La hija de mi difunto tío, mi prima, llamemosla Ame, solía también tener esa costumbre. En las navidades mis familiares lo notaban y sonreían, supongo que lo veían a él en ella, pero en mi mente de niña, solía tener celos de esa atención. Siempre sentí celos de la atención que ella obtenía, pero ahora estando más adulta, sé que no es lo mismo, puedo notar lo nostálgico que debieron ser para ellos los momentos así tan pequeños, que a través de ella podían tener una parte de él...  

No tengo mucho más qué acotar. Me desglosaría hablando de todo lo que me ha ocurrido que ha sido tanto bueno como malo, la noticia mayor es que he intentado ser más positiva y cambiar mi visión de las cosas, creo que al final lo que queda es seguir viviendo, y si decido tomar la decisión de vivir, lo mejor sería hacerlo bien, ¿qué más puede hacer uno cuando tiene la fina condición de ser humano? Y hablando de la condición como tal de existir siendo un humano... Hace poquito me compré el libro Sapiens de Yuval Harari, lo he tenido presente desde mis inicios universitarios, siempre me llamó la atención por ser mencionado en varias partes, por fin lo tengo, también compré Cien Años de Soledad, puesto que hace poco se estrenó la adaptación del libro y se sintió tan íntima y deliciosa que me dieron ganas de leerlo. ¡Sabrá dios cuándo los terminaré! Tengo la tarea de no tardarme mucho, los llevaré a mi viaje en una semana. 

Con esa adaptación llegué a la conclusión de que mi próximo gato se llamará Aureliano Buendía Garrido, y la otra gata que adopte no correrá tanta suerte porque la llamaré Remedios Amaranta Garrido, si tengo un perro, ojalá un lobo, se llamará Rafael (por Rafael Chaparro Madiedo), y así sucesivamente hasta que me convierta en la tía de hijos peludos con nombres de humano.


Esta vez no hay canción, suena la lluvia de fondo.

No hay comentarios.: